
Rusia volvió a hablar de la puesta en marcha de la central nuclear de Zaporiyia, que podría tener consecuencias catastróficas para la seguridad nuclear y radiológica no sólo de Ucrania, sino también de todo el continente, según el texto de Economichna Pravda.
«Después de las últimas conversaciones entre Estados Unidos y la Federación Rusa en Riad y las conversaciones sobre un posible alto el fuego, los rusos volvieron a hablar de ‘reinicio de la central nuclear de Zaporiyia'», escriben los periodistas.
La situación se vio agravada por la rotación de la misión de la OIEA en marzo por los territorios ocupados de Ucrania, acompañada por militares del ejército ruso. El incidente ocurrió por primera vez; anteriormente la ruta discurría exclusivamente por territorios controlados por las autoridades ucranianas, que garantizaban inspecciones seguras y neutrales.
«Según los expertos de la organización Greenpeace Ucrania, este puede ser otro paso preparatorio para conectar la estación a la red», dice el texto.
Actualmente, varios aspectos impiden la reanudación del funcionamiento de la central, que está inactiva desde septiembre de 2022: la degradación de los equipos, la falta de agua para enfriar los reactores, la imposibilidad de suministrar electricidad desde la central nuclear, así como la situación poco clara con el estado del combustible nuclear.
«Mientras la guerra continúe, la seguridad de la estación no esté garantizada y una serie de cuestiones difíciles no se resuelvan, su reinicio es imposible», dice el texto.
Es imposible restaurar rápidamente el objeto, especialmente durante las batallas activas.
«Esas declaraciones [de los rusos] no deberían tomarse en serio en este momento. Si se toman decisiones concretas sobre una tregua o una paz, ese es otro escenario», dijo el representante del Gobierno al Parlamento Europeo.
Si tenemos en cuenta el peor de los casos, en el que se produzca un alto el fuego y la estación permanezca bajo control ruso, todavía es posible restablecer su capacidad operativa.
«En caso de un alto el fuego, los rusos podrán realizar algunas acciones técnicas para preparar las unidades de energía para su lanzamiento, pero al mismo tiempo se violarán todos los requisitos de la legislación nuclear de Ucrania», dice el texto.
Los rusos ocuparon la CNZ, la mayor central nuclear de Europa y la tercera del mundo por capacidad total, en marzo de 2022. Desde entonces, el territorio se ha convertido en una instalación militar.
Lea el texto completo en el enlace.
Fotografía: Shutterstock