El 18 de diciembre, el Senado de República Checa reconoció la deportación masiva de tártaros de Crimea en 1944 como un acto de genocidio, informó la Representación del Presidente de Ucrania en la República Autónoma de Crimea.
La resolución fue adoptada por unanimidad: 70 votos a favor, ninguno en contra ni abstención. República Checa se convirtió en el séptimo estado en condenar oficialmente las acciones criminales de las autoridades soviéticas.
«Esta decisión es un paso importante en el reconocimiento internacional de la deportación de 1944 como genocidio. … La representación expresa su agradecimiento al Senado de República Checa y al pueblo checo por su solidaridad y apoyo», se lee en el mensaje.
La deportación de los tártaros de Crimea en 1944 por orden del dictador Stalin provocó el desalojo forzoso de más de 200.000 personas de Crimea a regiones remotas de la Unión Soviética.
«Estos hechos se convirtieron en un acto intencionado de destrucción de los pueblos autóctonos, encaminado a la destrucción de su identidad étnica, cultural y religiosa», destacó la representación.
En 2015, Ucrania se convirtió en el primer país en reconocer estos hechos como un crimen de genocidio. Posteriormente se sumaron a este proceso los parlamentos de Letonia, Lituania, Canadá, Polonia, Estonia y ahora República Checa.
«Pedimos a los parlamentos de otros países que apoyen a Ucrania y al pueblo Tártaro de Crimea sumándose al proceso de reconocimiento de la deportación de 1944 como un acto de genocidio. Sólo los esfuerzos conjuntos pueden garantizar el restablecimiento de la justicia histórica», concluyó la representación.
Fotografía: bandera de República Checa. Fuente: Shutterstock.