El Congreso Mundial Ucranio (CMU) está profundamente preocupado por la rápida degradación de la democracia y el Estado de derecho en Georgia bajo el liderazgo del partido Sueño Georgiano. Este retroceso autoritario amenaza con deshacer décadas de progreso del pueblo georgiano hacia la democracia y la integración europea, devaluando los sacrificios que los georgianos han hecho en la lucha por su libertad y soberanía.
Hacemos un llamado a la comunidad democrática internacional para que reconozca la importancia geopolítica más amplia de esta crisis orquestada por Rusia y responda de manera decisiva con contramedidas específicas, incluidas sanciones y presión diplomática sobre el actual gobierno de Georgia.
«El pueblo de Georgia ha demostrado un valor increíble en su lucha por la libertad y la democracia», afirmó Paúl Grod, Presidente del CMU. «Su lucha es nuestra lucha. Juntos nos oponemos a las tácticas represivas de la coalición autoritaria liderada por Moscú. Los países democráticos deben apoyar al pueblo georgiano en su camino hacia la justicia y la democracia».
Los acontecimientos recientes en Georgia (fraude electoral, tomas de poder, supresión de la sociedad civil y represión brutal de manifestantes pacíficos) casi reflejan las tácticas utilizadas por el régimen de Yanukovich en Ucrania, respaldado por Moscú, en 2013-2014. En esencia, se trata de una técnica autoritaria rusa clásica diseñada para subyugar a las naciones que aspiran a los valores y libertades europeos.
La situación en Georgia es también un vívido recordatorio de los esfuerzos a largo plazo de Rusia para desestabilizar a los países vecinos y sus intenciones de socavar una Europa democrática unida.
La CMU hace un llamado a las comunidades ucranianas de todo el mundo para que apoyen a la diáspora georgiana en este momento crítico. Hacemos un llamado a todas las personas amantes de la libertad a unirse a manifestaciones pacíficas, amplificar las voces de los manifestantes georgianos y abogar por acciones internacionales para proteger la democracia en Georgia. En momentos en que Ucrania libra su propia guerra existencial, reconocemos la necesidad vital de una unidad global contra la creciente amenaza autoritaria inspirada por el ataque de Rusia al orden internacional basado en reglas.
El mundo democrático no debe quedarse impasible cuando se roba la libertad.
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